jueves, 26 de noviembre de 2015

Introducción a la Teología Ecuménica

El autor de nuestro manual de estudio, JOS E. VERCRUYSSE, afirma que el compromiso ecuménico tiene sus raíces en la conciencia viva del escándalo objetivo que supone la división entre cristianos y sus iglesias. La historia de las iglesias cristianas manifiesta que siempre ha habido un malestar por esta situación anómala. De este escándalo se ha ido tomando más conciencia desde finales del siglo XIX. El movimiento ecuménico tiene como principal objetivo el hacer consciente y buscar las vías adecuadas para restablecer la comunión eclesial.



El objetivo ecuménico es utilizado en dos sentidos. El primero, antiguo y tradicional en el lenguaje eclesiástico. El segundo, nuevo aunque ya generalizado. Ecuménico significa, la universalidad y catolicidad externa de la iglesia.

La palabra ecumenismo abre, por consiguiente, un vasto horizonte de reconciliación, unidad y catolicidad entre las iglesias escandalizadas por su separación. El movimiento ecuménico tiene un fuerte acento misionero y aquella persona que lo quiera recorrer será una gran aventura en esa búsqueda de establecimiento en la comunión eclesial.

Geografía de la división
El autor en el capítulo primero del manual nos muestra un resumen de la historia de la división de las iglesias cristianas, siguiendo su discurso, nosotros nos situaremos en las antiguas iglesias orientales hasta llegar a los movimientos surgidos en el siglo XX en favor de la unidad.


Comenzamos en la historia de la cristiandad. En la cristiandad grecolatina, surgen iglesias orientales que subsisten hasta nuestros días, pero que están separadas de las grandes iglesias. Un ejemplo la Iglesia romano-bizantina. Las causas de ruptura se dieron quizás por un aspecto cultural, político, nacional o lingüístico. Teológicamente hablando realmente el origen estuvo en el esfuerzo de la Iglesia Antigua por lograr una comprensión y formulación satisfactoria de la doctrina sobre entre la persona y las dos naturalezas en Cristo. Toda esta cuestión cristológica domino en los primeros concilios.

Todo lo que se cuestionó, llevo al origen de las iglesias nacionales. Unas iglesias que entorno al siglo XV sufren opresión y martirio. Gracias al movimiento ecuménico, las iglesias ortodoxas orientales han podido salir del aislamiento y entrar en contacto con la comunidad ecuménica.

En 1.973, surge un diálogo entre la iglesia católica y la iglesia ortodoxa copta, con ocasión del encuentro con el Papa Pablo VI, donde se estudió los caminos para llegar a una plena comunión y la vida sacramental, asi como en una armonía  de relaciones reciprocas entre las dos iglesias hermanas dentro del único pueblo de Dios.


En 1.990, en un diálogo entre la iglesia católica y la Iglesia Sirio malankar, elaboran una declaración conjunta, que expresaba la comprensión común del gran misterio salvífico de Nuestro Señor Jesucristo, palabra de Dios hecha carne. Se profesa una misma fe y se deja claro que aunque la formulación cristológica tenga distintos acentos, no debe dividir a ambas comuniones.



Concilio Vaticano II

Unitatis Redintegratio

“Unitatis redentegratio”

Comienzo este trabajo de la Unitatis Redintegratio con una cita del Cardenal Walter Kasper, en una conferencia que dio sobre el 40 aniversario de la promulgación del decreto conciliar: el ecumenismo es una aventura del Espíritu. Por eso, concluyo tomando prestadas las palabras con las que concluye también el Decreto: "La esperanza no quedará defraudada, pues el amor de Dios se ha derramado en nuestros corazones por la virtud del Espíritu Santo, que nos ha sido dado" (Rm 5, 5) (n. 24).
El "Decreto Conciliar sobre el Ecumenismo" (Unitatis Redentegratio), presenta las bases doctrinales y las líneas de acción práctica del ecumenismo católico. Fue promulgado por el papa Paulo VI el 21 de noviembre de 1964, durante la celebración del Concilio Ecuménico Vaticano II. El Decreto recoge los principios católicos del ecumenismo, es decir, la Iglesia Católica reconoce que no hay un ecumenismo católico al lado de otro ecumenismo protestante u ortodoxo, sino que hay un único movimiento ecuménico, al que las diferentes Iglesias se unen a partir de sus propias posiciones doctrinales. Pues bien, gracias al Concilio Vaticano II y especialmente a este Decreto, después de una larga espera, la Iglesia Católica se ha incorporado al movimiento con un gran ímpetu y una extraordinaria esperanza. Dijo el Papa Francisco el año pasado en la clausura del Octavario de oración por la unión de los cristianos, "hemos de continuar con humildad y confianza, en el camino hacia el restablecimiento de la plena unidad de todos los creyentes en Cristo".

           El decreto se divide en tres secciones que son las siguientes:
a. Principios católicos sobre el ecumenismo.
b. La práctica del Ecumenismo.
c. Las Iglesias y comunidades eclesiales separadas.

Ya desde el proemio el documento señala que su finalidad, así como la de gran parte del Concilio, es la de establecer la pronta unión entre todas las Iglesias cristianas. La motivación mayor para que esto sea así, a la que aquí se alude, es la realidad de que Cristo fundó una sola Iglesia. En primer lugar nos se nos debe escapar que la visión aportada por el Concilio sobre el Ecumenismo se sucede, inevitablemente, desde la perspectiva católica.  Ante esto, y una vez admitida la limitación que supone el que sea así, el Vaticano II realiza una retrospectiva histórica en la que se evidenciará la unidad como algo real – vislumbrando el esplendor en la época patrística como prototipo-, acaecido en el pasado y querido por el mismo Jesucristo -la Iglesia Católica no se exculpa de los propios errores que causaron la división posterior-.

Más adelante se van a plasmar aquellas actitudes ecuménicas fundamentales, como por ejemplo el respeto constante entre las diferentes confesiones, para lo cual se deberán evitar expresiones que choquen de frente con los hermanos separados. También hace falta un diálogo constante basado en el profundo conocimiento mutuo entre las Iglesias, de manera que cada una exponga, de la manera más clara posible su doctrina. El objetivo fundamental aquí será el de buscar los puntos comunes antes que los adversos, antes las riquezas que las posibles pobrezas.

            
      En todo este caminar, se hace fundamental la oración, la esperanza y la actitud de apertura, confiados en que el Espíritu llevará todo  a su lugar. Y también como decía el Papa en Sri Lanka y que podemos aplicar al ecumenismo, hemos de "respetar las legítimas diferencias y aprender a vivir como una única familia".

martes, 3 de noviembre de 2015

Tarea 2: Reflexión vídeos ecuménicos:

¿Cuáles son las principales cuestiones que aborda Francisco con los diferentes interlocutores? ¿Cuál es su preocupación fundamental? ¿Cuál es su idea del ecumenismo?

En el primer video, podemos ver la visita que realizo el Papa Copto, al Papa Francisco que hacía 40 años que no se producía, el10 de mayo se acordó que se celebrara el día de la amistad entre coptos y cristianos. En el mismo acordaron que rezaran el uno por el otro en nuestra oración personal.

En el 2º Video, tiene lugar el encuentro del Patriarca Bartolomé de Constantinopla, principal figura de la Iglesia Ortodoxa quién le propone al Papa de celebrar juntos en Jerusalén los 50 años de buenas relaciones.

En el tercer  vídeo, vemos al Papa Francisco recibir al Patriarca de la Iglesia Ortodoxa, Juan X de Antioquia. Ambos desean alcanzar la unidad de las iglesias y que el diálogo entre ambas prospere. También hubo un diálogo acerca de la Iglesia en Siria, la principal preocupación era la del secuestro de su hermano. “San Pedro y San Pablo, fundadores de nuestra fe. Antes de despedirse, reza el uno por el otro siendo algo muy significativo.

El cuarto vídeo, muestra como el Papa recibe al Patriarca Siro-Ortodoxo: Rezaron juntos y resaltaron que lo que les une es mayor que lo que nos separa. Hablan de la guerra de Siria, de la preocupación por todas las víctimas y la pérdida de la paz. La Iglesia de Oriente una comunidad de Mártires.

En el quinto vídeo, El Papa Francisco bendice bicicleta de un obispo con la que iba al Sínodo todos los días. La Iglesia oriental está en plena comunión con la santa sede.

En el sexto video, El Papa Francisco reza con el Patriarca de la Iglesia Armenia, Karekin II. El Papa haba de la conmemoración de los Mártires del siglo XX., pues la sangre de esos discípulos derramada por Cristo, era superior a la de los primeros siglos. Su sangre son semillas que ayudan al diálogo entre las iglesias. El ecumenismo del martirio, el sufrimiento y la sangre son un recordatorio para seguir caminado en la reconciliación de la Iglesia, dejándose guiar por el Espíritu Santo.

En el séptimo vídeo, el representante del Patriarca de Moscú visita al Papa Francisco.

En el Octavo vídeo, el Papa recibe al Primado Anglicano: Nuestra división es un escándalo y un obstáculo. Elogia el querer buscar la paz y la reconciliación. El Papa   habla de una historia común, que ha tenido momentos de escándalo, pero que ante todo está el anuncio del evangelio según el mandamiento del Señor. Al final rezan ante la imagen de un niño Jesús.

En el noveno vídeo, a los evangélicos que reciben a Francisco como a una estrella de rock. Juntos rezan la oración del Padrenuestro. El Papa recuerda el primer mandamiento dado Abraham, que caminara en presencia de Él.

En el décimo vídeo, el Papa habla a los luteranos sobre la unidad, sobre todo de los pasos dados en las últimas décadas en la colaboración fraterna y pastoral: "No faltarán las dificultades pero no hay que asustarse".  Tiene que haber un perdón mutuo por el daño hecho.


En el último video, respondemos a la pregunta de que es Ecumenismo para el Papa Francisco, el Papa habla de que Unidad es Ecumenismo Espiritual. Debemos recordar qué significa para nosotros formar parte de la Iglesia, en un primer momento. No podemos olvidar de que hay muchos hermanos que comparten la misma fe, pero pertenecen a distintas confesiones. Este hecho ha sido causa de sufrimiento a lo largo de la Historia. El Papa llama a la reconciliación y a que no haya división. Un mismo pensamiento y un solo sentir. Lo que os une es la fe en Jesucristo. Camino de la vida, caminar juntos, vivir en comunión. Esto es Ecumenismo. Su mayor preocupación es la división y el sufrimiento que conlleva, por eso es importante rezar los unos por los otros.